Internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Coyhaique se capacitan en gasfitería a través del Sence
La acción -implementada por medio del Programa Transferencia al Sector Público del Sence- contempló el aprendizaje montaje de tuberías de gas, técnicas de montaje de artefactos, accesorios y dispositivos de gas, mantención y reparación de éstos.
La iniciativa busca facilitar la inserción laboral de las personas dependientes de las instituciones en convenio con el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, Sence, (conscriptos, personas privadas de libertad, beneficiarios de INDAP y jóvenes de alto nivel de vulnerabilidad social), para generar en ellas nuevas competencias laborales.
En ese contexto, ocho personas privadas de libertad en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Coyhaique recibieron el diploma que acredita su egreso del curso de Operación de gasfitería en redes y equipos sanitarios.
Además de la capacitación, los participantes recibieron una licencia habilitante y un subsidio de herramientas que facilitará su desempeño laboral en el rubro de la instalación de redes y equipos sanitarios a gas en baja presión.
“La capacitación laboral tiene como objetivo preparar a las personas para el medio libre, que las competencias adquiridas les sirvan para desarrollar un oficio que les permita disminuir su riesgo de reincidencia delictual y que tengan las herramientas para poder valerse por sí mismos, una vez que finalicen su proceso de privación de libertad”, destacó el director regional de Gendarmería, teniente coronel Freddy Molinet.
El curso, teórico-práctico, se extendió por 126 horas, periodo en el que los alumnos aprendieron montaje de tuberías de gas, técnicas de montaje de artefactos, accesorios y dispositivos de gas, mantención y reparación de estos, entre otros. Iniciativa finalizó con una prueba habilitante realizada por la Universidad de las Américas, quién certificó las competencias de los participantes.
“La relevancia de esta capacitación y certificación es la posibilidad de cambiar vidas. El significado y la impronta en el contexto en el que nos encontramos, es decir, capacitando a personas privadas de libertad, es entregarles la posibilidad de cambiar y abrirse un espacio, que les permita a futuro una mejor entrada al mercado laboral formal y así romper el círculo de exclusión”, agregó el director (S) del Sence Aysén, Andro Valdenegro.